Columna de Opinión escrita por César Cáceres, docente del Programa Especializado en Gestión del Talento Humano. Publicada en el Diario El Peruano, el 01 de julio de 2018. Al profundizar en el tema, descubrimos que cada trabajador de una organización tiene el derecho a ser atendido y entendido por los superiores. No se puede entender a un […]
Por Posgrado y Extensión. 03 julio, 2018.Columna de Opinión escrita por César Cáceres, docente del Programa Especializado en Gestión del Talento Humano. Publicada en el Diario El Peruano, el 01 de julio de 2018.
Al profundizar en el tema, descubrimos que cada trabajador de una organización tiene el derecho a ser atendido y entendido por los superiores. No se puede entender a un trabajador si no lo conocemos. El mejor jefe es el que entiende a sus colaboradores. Este es un real líder.
Si pensamos en la organización ideal, probablemente no habría sindicatos.
El reclamo laboral se da cuando existe una necesidad insatisfecha de un trabajador, por errores u omisiones del empleador; y se canaliza a la persona con competencias para resolverlo. Si estos reclamos son atendidos plenamente y con celeridad, no habrá mayor problema. Caso contrario, el reclamo se puede convertir en una queja. Queja es aquella acción de comentar con voz enérgica que existe un problema no resuelto, cuya audiencia no es la persona que tiene competencias para resolverlo.
En el momento en el que se difunde la queja, comienza el conflicto. Una crisis laboral debe ser manejada con delicadeza y mucha destreza. Con el compromiso de que el problema quede 100% resuelto.
Tener un sindicato en la organización no es un problema. Es una oportunidad para mejorar las relaciones laborales. Hay que saber aprovechar los conflictos y utilizarlos para crecer en las relaciones laborales.
Que el sindicato sea un canal para optimizar la comunicación con los colaboradores. Las áreas de recursos humanos son la imagen de la organización para el cliente interno. El personal de recursos humanos debe ser impecable y ejemplar. Es necesario contar con plena disposición para atender inmediatamente las necesidades y requerimientos de cada uno de los colaboradores.
Toda negociación será exitosa si los directivos de la organización se comprometen con la atención a cada uno de los trabajadores. Solo basta ponerse de acuerdo y tener una dirección robusta, teniendo siempre presente que el principal activo de la organización es el personal.